De media los españoles cambian de casa unas cuatro veces, siendo normalmente en la cuarta mudanza el gran salto a la hipoteca.
Señalan las encuestas que el 75% de los españoles ha cambiado de vivienda al menos una vez. Las tendencias apuntan a que incluso en el segundo cambio muchas personas siguen compartiendo el pago del alquiler, en torno al 40%, aunque casi el 20% se decanta por vivir solo en el piso.
Desde el punto de vista financiero, siempre es mejor comprar la vivienda que alquilarla, debido a que ese dinero gastado en el alquiler se “pierde”. Si se gasta ese dinero para la hipoteca, es algo que aumenta en valor y construye el propio valor neto de la vivienda.
Nuestros agentes inmobiliarios de confianza recomiendan que, una vez adquirida la vivienda, es fundamental tener en cuenta una serie de factores durante o antes de proceder con la mudanza en el nuevo hogar.
Claves para mantener el hogar protegido tras la mudanza
Tras la mudanza es habitual olvidarse del factor protección, ya que en primer lugar las personas se preocupan por cambiar de titularidad o contratar los servicios de agua, luz e internet, etc.
Sin embargo es recomendable informarse al mismo tiempo de las distintas compañías de seguridad. Pues la manera más eficaz de proteger desde el principio tu vivienda.
Se debe tener en cuenta las características de la vivienda y las necesidades para escoger el sistema de seguridad idóneo.
Por otra parte, existen sistemas de alarmas cuya función no es únicamente alertar ante la entrada de un ladrón, sino que también alertan de incendios, inundaciones, ocupaciones ilegales, etc. Todo ello a través de los distintos sistemas complementarios como las cámaras de vigilancia, detector por ondas y perimetrales.
Además existen una serie de medidas preventivas que son efectivas para reducir los riesgos de robo u ocupación ilegal.
- Cerrar bien la vivienda
Aunque parece obvio, muchas personas se confían y a pesar de que cierren bien las puertas, no tienen en cuenta los otros puntos de entrada existentes en el hogar.
Las ventanas es un punto débil que muchas veces pasamos por algo. Debe cerciorarse de que tanto puertas como ventanas han de estar completamente cerradas, incluso si se trata de un piso con fácil acceso, pues cada vez hay más ladrones expertos que utilizan la escalada para entrar en edificios a través de las ventanas.
- No esconder las llaves en la entrada
Esta acción es muy común sobre todo en personas de mayor edad. Esconder las llaves originales o de repuesto en macetas, recovecos o zonas cerca de la entrada de la vivienda, o incluso en buzones es una invitación abierta a que entren los ladrones sin complicaciones. Todos conocemos esos escondites, y es fácil encontrarlos.
Si quieres dejar fuera de casa una llave de repuesto por si sucede algún imprevisto, se recomienda dejar una en casa de algún familiar o amigo de mucha confianza.
- Simular que estamos en la vivienda
En caso de ausentarse un largo periodo de tiempo o incluso un fin de semana, es aconsejable simular que estamos en la vivienda. Esta medida es muy aconsejable por la Policía y Guardia Civil.
Por ejemplo: dejar la ropa tendida en la terraza o zonas más visibles, recoger toda la correspondencia, y en caso de disponer de interruptores inteligentes, programar el encendido y apagado de las luces en horas clave.
La buena iluminación exterior también ayuda a evitar que ladrones entren.